The User Maldito's Website

Y, sin querer, me convertí en un zombie... Para que mentirte, no sé ni como empezar. Debería iniciar con un: Colores. ¿Muy corto? Déjame intentarlo de nuevo.

Colores... Obstruyen tanto los pensamientos que te planteas cómo eres capaz de pensar. ¿O nunca lo pesaste? ¿Quién eres? Existes pero, ¿eres real en tu realidad? ¿Y en la de los demás? Realidad distorsionada, mentes secuestradas. Todos los días pensamos, sentimos, observamos, nos expresamos, nos enamoramos y lo olvidamos, ... Yo no puedo hacerlo, no soy capaz de olvidarla. ¿Y si mantenemos otra vez el contacto? Tal vez no me ha olvidado, simplemente estaba ocupada. La veo online, la veo verme, eso es que me sigue recordando, ¿verdad?

Me es imposible borrar de mis recuerdos el sonido de su sonrisa de cristal, aquellos audios salpicados, sin querer, de efímera felicidad. Al final aprendí que todas las frases que me rodeaban estaban ocultando datos. Todavía es capaz de alterar drásticamente mis pensamientos, aunque debería quitarle tal privilegio.

Pongo la mirada sin rumbo, siendo obstaculizado por el cielo. Un cielo cifrado, lleno de 1 y 0, oscuridad y estrellas, vida y muerte, amor y odio, si o no, ... Veo como se desmorona mi cielo, dirigiendo su mirada hacia mi, un solitario punto apenas visible. Llueven lágrimas afiladas, rotas por tu viento huracanado y trituradas por los celos de otras personas. Sé que a esta altura de mi vida vendrán personas que me destrozarán ya sea por su proyección de miedo o sus peores traumas. Me tendré que hacer a la idea de que nada es eterno, ni siquiera ella.

No te quiero olvidar mas expresarme tampoco deseo. Deseo el deseo, si, lo reconozco, pero no deseo un deseo simple, no. Extraño un abrazo. Un abrazo reconfortante y cálido tras unas palabras, pero no simples, no. Con esas palabras que me confirman que sigues viva y me alivie. Risueña y sonrojada vida que me sienta feliz.

Admito que me ahogo en el silencio de mi mundo pero, no hay nadie que escuche mi silencio. Quiero salir de mi mundo pero, no veo ninguna cuerda que me lleve al exterior. Me gusta el invierno pero, no me gusta sentir frío. El frío se siente... solitario. ¿Si nadie escucha al loco, cómo pretenden sanarlo? No me queda más remedio que seguir nadando, ya que no diviso ningún barco ni ninguna isla.

Se me da mal recordar, pero ojalá no recordar lo que estoy recordando. Tu presencia me ayuda, pero tampoco quiero hacerte mal.

Aunque la canción alegre suene, ¿siempre he estado solo? No me gusta pensar... No me dejes pensar. No me dejes. No...

¿Qué color es real? Ya no soy capaz de ver. Ni mi reflejo del espejo es mío, no sé quien es. Ojeras constantes, pensamientos delirantes, ... Me quiero quitar la máscara pero, ¿y si la máscara soy yo? No sé si estoy preparado para saber quién soy. Tengo miedo de no ser quién soy y no identificarme conmigo mismo. ¿Cuando tendré el coraje de dejar expresar a mis ojos lo que realmente quieren transmitir?

Soy débil. Es algo que me cuesta reconocérmelo. Quiero ser fuerte, quiero hacerme más fuerte, pero tengo miedo a ser insensible otra vez. Tampoco quiero ser pesimista, no me gusta, pero si me rodea una racha de malas pasadas, ¿en que más puedo pensar? Estoy en debate si debería enterrar la palabra "Colores".

Me pasa por tener esperanzas en que las cosas son eternas.

Otra vez. Está pasando de nuevo, aunque no es una novedad. Siento el peso de mi mente en mi cuerpo, traduciéndose en apatía, pesimismo, melancolía y vacío. Al fin pide discernir que el problema tiene en común con cualquier virus informático: acecha a su presa, accede a su memoria temporal, intenta ocultarse y expandirse acabando con el colapso del gigante metálico.

Tanto el problema como la solución son temporales, pero eso no evita mi autodestrucción, y para aplicar la solución temporal me toca divagar en la cocina en un intento barato de parar el puñetero agujero negro que siento en mi pecho.

[Día Desconocido - Hora Desconocida] Hola amigo. Veo que apenas te acuerdas de mi. Tranquilo, también me ha pasado. ¿Recuerdas cuándo fue nuestra última reunión? Yo tampoco lo recuerdo. Sé que ha pasado mucho desde la última vez pero, en mi defensa, hay una chica me tiene paranoico y no tengo ni idea qué hacer con ella. Déjame ponerte en situación:

[Viernes 10 de marzo - 9:10] Era un insípido día de marzo en clase de Informática. La clase estaba llena de frases con mucha teoría sobre unas mentes cansadas. Un ruido blanco perfecto. En mi propia distracción, observo la aleatoriedad de las palabras de la mesa que habito. "Pvto el que lo lea", "Jil-i-poyas" y demás despectivos que no diré por lo mal escrito que estaban. Entre toda esa sopa ofensiva de letras escrita por analfabetos de 14-17 años, una me llamó la atención: "Que aburrido". Sin razón alguna, me quedé pensando en aquella frase y su significado …

La profesora me pilla desprevenido y me echa una corta bronca de por qué no atendía a sus clases. Cabizbajo y empuñando un bolígrafo, automáticamente respondí a la frase con un "Un total desperdicio de tiempo".

[Martes 14 de marzo - 10:26] Pasado un tiempo (desde 1 hora a 3-4 días, ya sabes como funciona mi cerebro), en la misma clase, recordé escribir aquella frase y ya había respuesta: "La madlita profesora pareze un asperzor". Intenté, sin éxito, no darle importancia a la ortografía. Es que tenías que verlo, era horrible. Pensando en ello, se me escapó una risita y, entre el barullo habitual de clase, pasó desapercibido. "¿La de aprobar te la sabes?" le contesté con ironía y faltas de ortografía (que omitiré por decencia).

[Martes 14 de marzo - 10:45] Cuando tocó el timbre, intenté salir de la clase vivo (haz las matemáticas: 1 puerta, 28 adolescentes con demasiadas hormonas y sólo 30 minutos de descanso) y pasé por la cafetería lo antes posible para pedirme un bocadillo (de lo que sea) . Me dispuse a caminar por algún pasillo vacío y me decidí por uno aleatorio para comer sin ser molestado. Casualidades de la vida, había elegido el que estaba en frente del aula de informática. Las señoras de la limpieza estaban haciendo su trabajo limpiando sobre lo limpio. 10/10 (Una broma no hace daño a nadie).

[Martes 14 de marzo - 11:02] Lo que me llamó la atención fue la chica que entró y salió de la clase...

Sin darle mucha importancia a la situación, sigo comiendo mientras escucho música a escondidas.

[Martes 14 de marzo - 11:15] Al finalizar el recreo, veo a mis compañeros entrar en la misma clase que antes. Yo les seguí cual ganado, ya que no sabía qué asignatura me tocaba. Se me había olvidado por completo que quedaban 2 horas de informática. Lamentándome en mi sitio, descubrí un nuevo texto de color verde que decía "Te espero en la fuente a las 13:40".

+ Es una chica -musité sonriendo tóntamente sin hacer todavía la conexión-

No pude evitar pensar que, tras sólo 2 mensajes, quisiera conocerme. Cuando intenté pensar en las posibles implicaciones, una voz irritante ataca mi oído izquierdo:

- Profe, [inserte nombre] está actuando extraño. -me delata la compañera-

+ No, no. -salto rápido y algo nervioso- Estoy bien -digo mientras intento mantener la compostura-

Tras el susto inicial y la mirada de la profe clavada en mí, actué (o intenté actuar) con normalidad lo que quedaba de clase.

[Martes 14 de marzo - 13:33] Recuerdo que aquel día, por algún motivo, el timbre sonó más fuerte que de costumbre. Cuando el aula se quedó vacía, me escondí en el baño para mirarme en el espejo y confirmar que realmente había quedado con una chica. Por muchos nervios que tenía, debía relajarme. Intenté respirar profundo (difícil por el olor a mierda del baño de chicos) para reunir algo de valentía. Tras unos segundos, concluí, con el estómago jugándome una mala pasada, que no tenía más opción que salir. Ya sabes mi dificultad de entablar amistad y esas cosas, pero esto se veía distinto.

[Martes 14 de marzo - 13:36] Pasados 3-4 minutos (bajo aquel agobiante astro que nos obligaban a llamar "Sol"), divisé a una chica bajita y rubia. Se sentó al lado de la fuente, a pocos centímetros de mi que se sentían kilómetros. Parecía que había venido de correr: sudando y con el corazón a mil.

La miro, trago saliva y le toco el hombro...

Por un momento me quedé petrificado. Sus ojos a la luz del Sol eran dorados como la miel y su piel ligeramente roja sugería que en 5 minutos olería a pollo asado. Bromas aparte, no quise dudar y seguí firme.

+ Disculpa, ¿asperzor?

Soltó una risita tímida que me dejó temblando y respondió con total confianza:

- ¡No seas malo! Estaba estresada. Esa maldita tirana...

[Martes 14 de marzo - 13:38] Ella comenzó a hablar y yo le presté toda la atención que tenía. Estaba tan absorto de la situación que pensé que era un sueño, un delirio mío. En 3 minutos mi atención era del 0%. A ver, es comprensible. Llevaba casi 6 horas prestando atención a clases, dame un respiro.

Pero, ¿sabes lo peor? Nosotros ya nos conocíamos, solo que pasé muchos detalles por alto...

[Viernes 3 de marzo - 13:40] El caso es que hace unos días previos al “incidente de la mesa”, regresando del instituto como de costumbre, mi sentido paranoico se disparó más de lo normal. Doblando una calle de 90º, un trozo de pelo largo, probablemente rubio, y un par de ojos en la espalda se me hizo presente. Escopaestesia.

Al sentir que me estaban siguiendo hice mi ruta de seguridad, que consiste simplemente en desviarme 2 calles/cuadras de mi casa. Esa sensación seguía ahí, confirmándome que alguien me estaba siguiendo. Mientras me hacía el distraído, estaba pensando en las posibles causas: "¿[censored name]? No, me es leal y el anonimato lo es todo para nosotros. Y no creo que sea [censored name] porque, aunque no me cae muy bien, hace bastante bien su trabajo...".

[Viernes 3 de marzo - 13:52] No quería entrar en mi casa pero, ¿qué otra alternativa tenía?. Reuní una falsa sensación de calma y me mentí diciéndome que ella no podría ser un gran problema... ERROR FATAL

[Jueves 16 de marzo - 8:32] Unos días después del incidente, en clases, el tutor tiene la maravillosa idea de cambiar los asientos. Ahí descubrí lo que menos me esperaba. ¡Ella estaba en mi clase! Y adivina donde me tocó. Efectivamente, con ella.Pasados más días del "incidente de la mesa", ya había estado en mi casa. ¡Incluso en mi cama! ¿Cómo? Te preguntarás. Parece ser que mi madre me odia porque… [indicio de subtrama]

[Miércoles 15 de marzo - 14:38] Un día después de la redistribución de la clase, me da un escalofrío antes de entrar a mi casa. Un pensamiento rápido me avisó que es mejor que no entre. Extrañado, me fijé en la ventana del balcón y mi madre me estaba observando con una sonrisa malvada que me hizo retroceder unos pasos. Tras la puerta, se escuchaba una conversación de fondo. ¿Estará hablando por teléfono? Pienso erradamente.

[Miércoles 15 de marzo - 14:43] Me sentencié al insertar la llave en la cerradura ...

[Miércoles 15 de marzo - 14:44] Entrando con la más cautela posible, la segunda puerta (de madera) crujió anunciando mi llegada sin mi permiso. Me asomé al salón y la vi hablar con una Mujer No Identificada.

- Al fin llegaste. ¿Por qué tardaste tanto? -se queja mi madre-

+ Mucho tráfico. -dije con ironía-

Al ver su cara rectifico mi respuesta:

+ Quiero decir... El profesor de mates y su maldita manía de no acabar las clases aunque suene el timbre -dije sonriendo imitando a un "buen niño"-

- Bueno, esta es Vero. Es la madre de Vanessa.

[Miércoles 15 de marzo - 14:48] Le dí dos besos en la mejilla como saludo y mencioné confuso:

+ Encantado, pero... ¿Quién es Vanessa?

- Ah, está en tu cuarto. Ve y juega o estudia un rato con ella.

+ ¿En serio, mamá? ¿Jugar con ella? Que tengo tarea que hacer, estoy ocupado -repliqué sin éxito-

- Y hazme el favor de traerme un vaso de agua, cariño. -me sonrió gentilmente a modo de mueca-

Acepté el encargo a regañadientes y, para molestar, nada más darme la vuelta solté de broma:

+ Dejen de mirarme el culo

[Miércoles 15 de marzo - 14:45] Lo único que se me ocurrió hacer es rezar para que no toque mi ordenador.

Tras eso, la cosa empeora...

Por alguna extraña razón, mi suerte hizo que mi madre (nombre en clave Montse) y Vero lleguen al acuerdo (SIN MI PERMISO) de crearme una nueva obligación: acompañar a Vanessa al instituto. Ida y vuelta. No opuse resistencia, ni lo intenté porque sabía que iba a ser en vano. Como máximo, una cara de cansancio mezclada con un suspiro.

Al principio llegué a detestar la idea, pero no me duró mucho debido a que me convencí de que la necesitaba para socializar. Aquel evento (el cómo conocí a Vanessa) fue uno de mis pequeños logros en socializar con alguien desconocido, un problema que me atañe desde que era pequeño.

[Jueves 16 de marzo - 6:32] Al día siguiente, hice mi rutina monótona de siempre...

Me levanté cansado, elegí la camisa del uniforme al azar y lo llevé arrastrándome hasta el baño. Giré la llave de la ducha y, mientras esperaba a que se calentase, me desnudé enfrente del espejo intentando ver la belleza que Montse decía que tenía. Miré por la ventana de la ducha y el cielo parecía un reflejo de mi cabeza: tonos oscuros con algo de nubes. Entré en la ducha y me revolví la cabeza para disipar los pensamientos matutinos de pereza y agotamiento.

Mi desayuno era el mismo: un bocadillo con lo que haya en la nevera, colacao y miedo enlatado por parte de la televisión anunciando violencia y enfermedades por todo el globo terráqueo.

[Jueves 16 de marzo - 7:22] Cuando tuve suficiente, recogí la maleta y los auriculares de mi habitación, bajo las escaleras. Al cerrar la puerta, reposo mi cuerpo contra ésta para apreciar mejor las pinceladas de colores aleatorios esparcidas por el horizonte musitando para mis adentros:

- Otro maldito día llega.

Pero era obvio que no estaba preparado para ese día. Ni para ningún otro.

[Jueves 16 de marzo - 7:26] + ¿Vanessa? ¿Que haces observándome en la esquina de la calle como una acosadora?

- ...